XV ANIVERSARIO DE LA BENDICIÓN DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRARIO

El viernes 2 de octubre de 1998, sobre las 20 horas, llegaba a Cáceres la imagen de Nuestra Señora del Sagrario, trasladada desde Sevilla por su propio autor, D. Antonio Joaquín Dubé de Luque, quien la había empezado a tallar apenas finalizada la Semana Santa de dicho año. Aunque en principio estaba pensado abordar el paso de la Virgen una vez acabada la Sagrada Cena, sin embargo, debido al interés del escultor, que regaló a la cofradía su trabajo, se adelantó el proyecto.

El acto de la bendición se organizó con todo esplendor. Fueron invitadas las autoridades eclesiásticas, civiles y militares. El templo de Santiago se llenó a rebosar. En la tarde noche del sábado 3, Monseñor D. Ciriaco Benavente Mateos, a la sazón obispo de Coria-Cáceres bendijo esta bellísima imagen y le impuso la corona de plata sobredorada, obra del orfebre sevillano D. Manuel de los Ríos. Fueron padrinos del acto Dª Carmen Montero Rosado, Secretaria de la Cofradía, y el Mayordomo D. Serafín Martín Nieto. En el transcurso del acto, el prelado impuso la medalla de la Hermandad al artista Dubé de Luque, que había sido nombrado Hermano de Honor, el primero de la corta lista de personas merecedoras de tal galardón.

Para la ocasión, la imagen lució su primer terno, compuesto de manto de damasco rojo regalado por la cofrade Dª Rogelia Nieto Marcos; y la saya de procesión, bordada desinteresadamente, según boceto de Dubé de Luque, por Dª Carmen Montero. 

Tras el acto religioso, tuvo lugar una cena de homenaje al escultor, en el restaurante “El Montero” de la Avda. de Gil Cordero. A ella asistieron alrededor de 200 personas. Como expresión de nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Cáceres y a la Diputación por la colaboración que nos venía dispensando, se entregaron sendas placas esmaltadas al entonces alcalde de la ciudad y al Diputado de Hacienda en representación de la presidenta. 

Tanto Dubé de Luque, como su esposa e hijo, D. Antonio Dubé Herdugo, autor del nuevo paso de “El Triunfo de la Eucaristía”, como los amigos sevillanos que los acompañaron, quedaron gratamente sorprendidos por la brillantez de los actos debido a la perfecta organización y coordinación, gracias a la larga experiencia en protocolo desplegada por D. Antonio Rubio Rojas (q.e.p.d.).